AMANECE QUE NO ES POCO.
Año de la película: 1988.
Género: comedia absurda y surrealista.
Sinopsis: Teodoro, un ingeniero español que es profesor en la Universidad de Oklahoma, regresa a España para disfrutar de un año sabático. Al llegar, se entera de que su padre ha matado a su madre y, para compensarlo de la pérdida, le ha comprado una moto con sidecar para viajar juntos. Así es como llegan a un remoto pueblo de montaña que parece desierto; lo que ocurre es que todos los vecinos están en la iglesia, porque la misa es un auténtico espectáculo. Padre e hijo asisten a las elecciones que se celebran cada año para designar alcalde, cura, maestro y puta. Además, al pueblo ha llegado un grupo de estudiantes de una universidad norteamericana, unos meteorólogos belgas, un grupo de disidentes de los Coros del Ejército Ruso e incluso invasores camuflados de un pueblo cercano.
MI OPINIÓN: (CUIDADO, CONTIENE O PUEDE CONTENER SPOILERS): ante todo respeto a aquellas personas que les guste esta película, pero mi pareja y yo la hemos visto esta tarde, y no hemos vomitado de milagro, ante la bazofia más surrealista que nos hemos tirado a la cara.
No tiene lógica, ni sentido alguno, porque una cosa es una comedia surrealista, pero esto ya es ciencia ficción y encima de la mala.
Cito algunos ejemplos del surrealismo grotesco que se dan en la película.
Tito Valverde hace de un labrador intelectual, que se quema el culo porque le sale un pedo de fuego cuando se pone cachondo, despues se tira a la esposa del médico que es una señora mayor, dejándola embarazada en el momento, y teniendo 2 hijos a los 10 minutos de hacer el coito, esto si que es rapidez y lo demás tonterias.
Pastora Vega es una labradora que planta y siembra hombres, como el que planta tomates y berenjenas, si si, hombres, personas humanas plantadas en la tierra, regadas y sembradas, con dos cojones.
Ir a misa es como el que se va de fiesta de ruta del bacalao, unas juergas de padre y muy señor mío con palmas y todo.
Luis Ciges y Antonio Resines, padre e hijo, el padre mata a su mujer porque es mala, y en compensación por el disgusto le compra a su hijo una moto con sidecar para viajar juntos y limar asperezas.
En fin, grotesca, surrealista, absurda y vomitiva película que recomiendo no ver sino quereis acabar en el váter vomitando hasta las entrañas.
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